Potenciar el comercio marítimo y las plataformas logísticas es clave
Apostar por la planificación a largo plazo, una educación de calidad y el desarrollo de ventajas estratégicas tanto en infraestructura; como en desarrollo científico y tecnológico, marcaron la diferencia, para muchos países asiáticos, para irrumpir con fuerza en los mercados globales. Prepararon la ruta para liderar en innovación, atracción de inversiones y competitividad.
Por lo anterior, el desarrollo de proyectos de envergadura para potenciar el comercio marítimo y las plataformas logísticas es clave. Hoy día los cinco puertos más grandes del mundo están en Asia Pacífico: Shanghái (China), Singapur, Shenzhen y Hong Kong (China) y Busán (República de Corea).
Los puertos cumplen funciones vitales como lo ha señalado la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad, por sus siglas en inglés); son centros de transporte combinado que posibilitan interfaces entre modos diversos e igualmente áreas multifuncionales (con especial utilidad para el comercio y la industria) integrados en la cadena logística global.
Mirar casos de éxito
Basta mirar el caso de Singapur que de manera consistente retiene puestos de vanguardia en el Índice Global de Competitividad del Foro Económico Mundial.
Acceder a esas posiciones ha sido posible gracias a una infraestructura portuaria envidiable. Singularizada por la calidad y naturaleza amigable de los servicios logísticos, el cumplimiento en los plazos de entrega de mercancías, la eficiencia de los procedimientos aduanales.
¿Por qué para países como Costa Rica es vital aprender de esas exitosas experiencias y buenas prácticas?. Porque el comercio exterior tiene lugar mayoritariamente a través de nuestros puertos en el Caribe y el Pacífico. Lo que los convierte en el punto de conexión con la economía global y representan el bastión para potenciar encadenamientos productivos en función de un desarrollo económico holístico e integral.
En segundo lugar, el país no puede prescindir de la necesidad de una vinculación estratégica con la región más dinámica del mundo; mientras se pierden valiosas oportunidades en un entorno cada vez más interconectado y competitivo.
El puerto natural del país hacia Asia Pacífico, que es el puerto de Caldera, está en una etapa de “stand by”. Se quedó atrás, sin planes concretos de renovación, ni reactivación, y sin perfeccionamiento tecnológico.