Se trata de acampar, sí, pero diferente. En Talamanca o en el resto de camionetas, se puede hacer camping con más comodidades de lo usual, explorar el país de ‘cabo a rabo’ y, por si fuera poco, olvidarse de los formalismos, los tumultos y los check out de un hotel.

Se entrega la llave y cada quien tiene su propio itinerario. Solo toman su campervan y ‘jala’, literalmente, dónde sea y cuando le dé la gana.

“En Pura Van lo que hacemos es simple, le damos a los turistas la oportunidad de conocer a la verdadera Costa Rica. De norte a sur”, exclamó orgullosa Ivannia Rojas, dueña de la empresa y quien hace poco tiempo renunció a ser gerente de un prestigioso hotel para emprender la aventura de su vida.

Con grandes esfuerzos económicos y la fe inquebrantable en que su proyecto ‘iba a pegar’. Rojas compró una camioneta para alquilar, la equipó por completo y se echó al agua sin salvavidas. Ya se olía que iba a tener que nadar con todo y contra todo, pero estaba dispuesta a correr el riesgo.
“Las camionetas tienen nombres indígenas, con decoraciones muy singulares cada una. A los turistas les encanta ese detalle, que tengan personalidad propia”, explica Ivannia.