¿Necesitamos el FMI? Crucitas, el oro en los pies del pueblo

La economía del país centroamericano está cada vez peor, y parece no haber solución más que vender el país al FMI (Fondo Monetario Internacional) pero… ¿Es realmente ésa la única salida?

Costa Rica no lleva ese nombre por simple casualidad. Corría el año 1992. Una camioneta se atascó en el fango de un camino perdido. Los ocupantes, dos geólogos y un geógrafo, mientras esperaban ayuda, decidieron examinar las arenas de un arroyo cercano. La sorpresa fue inmensa: las arenas de aquel arroyo contenían pequeños granos de oro.

En eso momento, sin saberlo, los exploradores habían descubierto el mayor yacimiento aurífero de Costa Rica y junto a ello las puertas del desarrollo minero más importante del país.

Hoy. 28 años después, Crucitas podría ser la solución para sacar el país adelante. La mina de oro tiene reservas probadas e inscriptas en bolsas de los Estados Unidos por cuatro mil millones de dólares, eso es dinero en efectivo, y representa un porcentaje increíblemente mayor al dinero que el FMI ofrece entregar al país.

La salida a la crisis económica de Costa Rica está debajo de sus propios pies, a su rápido alcance. El Banco Central podría emitir los colonos necesarios para encaminar al país y resolver el problema fiscal.

No obstante, el gobierno de Alvarado, prefiere recurrir a un préstamo del FMI que lo único que hará es enterrar al país aún más debajo de lo que está enterrado el oro en Crucitas.