EE.UU luego de un mes de elecciones aún no tiene presidente
Los estadounidenses amanecieron el jueves sin conocer el nombre de su próximo presidente, algo que no ocurría desde 2000.
En aquel momento, tuvieron que esperar cinco semanas para que se designara al republicano George W. Bush como presidente, en desmedro del demócrata Al Gore, tras una batalla legal que tuvo al país en vilo y requirió un arbitraje sin precedentes de la Suprema Corte.
El 7 de noviembre de 2000, día de las reñidas elecciones que opusieron a Bush, a la sazón gobernador de Texas, y al entonces vicepresidente Gore, el suspenso comenzó con resultados muy cerrados en el estado de Florida, con una brecha de menos de 0,5 entre ambos aspirantes.
Las cadenas de televisión adjudicaron primero a Gore ese estado clave, luego a Bush, para después esperar un desenlace ante resultados tan parejos.
Se denunciaron varias irregularidades en Florida, que entonces gobernaba Jeff Bush, hermano del candidato republicano: una urna fue hallada en una escuela, se invalidaron miles de votos en el condado de Palm Beach, de población mayoritariamente negra, entre otras.
La larga batalla legal comenzó tras el reclamo de Gore, el 9 de noviembre, de realizar un recuento manual en cuatro condados del estado, entre ellos Palm Beach.
En el corazón del embrollo: las máquinas perforadoras utilizadas en Palm Beach para escrutar los votos no marcaban bien las papeletas, saturando a la comisión electoral, que era la que debía decidir sobre la validez del voto.
El 26 de noviembre, Florida proclamó la victoria de Bush por una diferencia de 537 votos. Gore rechazó ese resultado, alegando que no se habían contabilizado miles de votos.
El 8 de diciembre, la Suprema Corte de Florida falló a favor del aspirante demócrata, ordenando el recuento manual de más de 45.000 papeletas ignoradas por las máquinas.
Pero la Suprema Corte de Estados Unidos detuvo ese proceso, al dar lugar a un pedido de Bush.